martes, 24 de enero de 2012

PURITANISMOS

Las enciclopedias definen el puritanismo como conjunto de pensamientos, actitudes y comportamientos reaccionarios, extremos, estrictos y rigurosos respecto a cualquier aspecto o variable susceptible de ser contemplada y abordada desde la diversidad, y por tanto susceptible a su modificación y transformación…

El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte fundamental de la intransigencia, el rechazo y la negación de los matices y las diferencias enriquecedoras…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte básico de cualquier visión única, totalitaria e impositiva de la realidad, la sociedad y los individuos…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte esencial de control, restricción y represión de las libertades (las de todos y las de cada uno)… y de cualquier avance que pueda poner en cuestión la realidad establecida y heredada (y el consiguiente estado de privilegios y poderes existentes)…

Este puritanismo siempre ha estado (y sigue estando) presente en nuestras sociedades, a través de múltiples y variados recursos... La moral colectiva o las diferentes formas de organizar y normalizar las creencias individuales (religiones), son un buen ejemplo de ello…
Dentro de estas últimas, por su extensión en el tiempo y el espacio, sin duda habría que destacar el puritanismo de origen católico, que durante siglos ha sido (y sigue siendo) un ejemplar representante del más radical de los puritanismos existentes…
Y dentro de este puritanismo católico (como parte o como consecuencia del mismo), habría que destacar el puritanismo de origen protestante, surgido en Inglaterra, en el siglo XVI, que, además de aportar el origen del término “puritanismo”, iba a consolidarse y extenderse (a través del imperio colonial anglosajón), llegando a formar parte esencial de la creación y desarrollo de una de las grandes potencias mundiales y actuales: los EEUU de Norteamérica…


Durante la última década, internet se ha ido consolidando como una nueva, firme y enriquecedora alternativa en múltiples aspectos esenciales y básicos para cualquier grupo social y para los individuos que los integramos… Aspectos como la comunicación, la información, el intercambio, la cultura, el conocimiento, la opinión o las innumerables iniciativas individuales y colectivas…

La característica que mejor podría definir y englobar esta alternativa, quizás sería la democratización posibilitada por este medio, en todos y cada uno de esos aspectos básicos… Esta democratización supone, evidentemente, un serio conflicto y una amenaza para todos aquellos poderes e intereses actualmente consolidados y establecidos… y por supuesto, y con mayor motivo, para todas las corrientes puritanas que actúan como soporte y defensas de los mismos…

No es extraño, por tanto, que, desde un principio, gobiernos e intereses (de todo tipo) hayan pretendido establecer e imponer su control sobre este medio (y sobre sus usuarios)… Hasta ahora, los gobiernos más o menos totalitarios lo han tenido relativamente fácil, bloqueando o limitando, en sus territorios, el acceso a dicho medio… Hasta ahora, los gobiernos más o menos democráticos lo han tenido mucho más complicado, porque si bien lo han intentado, se han encontrado con importantes dificultades, técnicas y jurídicas, para llevar a la práctica sus propósitos…

Es en este conflictivo escenario de enfrentamiento de intereses donde habría que situar la relevante y más que preocupante irrupción del todopoderoso puritanismo norteamericano… sabedor de poder contar con medios técnicos a su alcance, con una amplia experiencia en poner la legislación al servicio de sus intereses (o a ignorarla si fuera necesario), y acostumbrado a imponer, liderar y rentabilizar todo tipo de cruzadas (incluso más allá de sus fronteras), este puritanismo norteamericano parece claramente decidido a imponer su control y sus restricciones en esta prometedora y globalizada alternativa que supone internet…


En efecto, con la utilización justificadora de la protección de los derechos de autor, EEUU estudia la aprobación de una nueva ley, la S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act), que abre las puertas (al gobierno y a los agentes privados) para intervenir y controlar los contenidos y las actividades en internet, dentro de su territorio… Tal y como funciona, actualmente, internet, dicha intervención afectará no sólo a los usuarios de su territorio, sino a todos los usuarios, estemos donde estemos…

La aprobación de dicha ley también supondrá la legitimación internacional para que otros países se sumen a dicha cruzada, ampliando sus propios intentos de control y restricción de este medio… y quienes no lo hagan por gusto, con toda seguridad se verán presionados a hacerlo por imposición (como ha sucedido en tantas ocasiones)…

Dicha ley supondrá, de hecho, que todos los usuarios pasemos a ser considerados sospechosos de cometer actos delictivos… y una inmensa mayoría, directamente cómplices y delincuentes, y por tanto susceptibles de cualquier investigación, persecución y penalización…

Incluso antes de su aprobación (seguramente para publicitarla y legitimarla), el gobierno norteamericano, a través del FBI, ya ha dado un claro y serio aviso de sus evidentes intenciones, interviniendo y cerrando uno de los principales sitios de intercambio de la red, Megaupload, afectando, amenazando y criminalizando a los millones de usuarios, de todo el mundo, que utilizaban dicho servicio…


Personalmente, lamento que los autores (en general), para defender sus derechos, se estén prestando (a través de sus múltiples sociedades y compañías comerciales) a ser utilizados como excusa para lanzar y legitimar esta cruzada contra las libertades de todos, en este medio de internet… Y mientras persistan en esta complicidad, utilizaré mis derechos, como ciudadano y consumidor, para no apoyar sus reivindicaciones, y procurar no adquirir sus productos protegidos por estas leyes represoras y reaccionarias…

Personalmente, siempre he estado en contra de estos puritanismos totalitarios, a los que considero una de las mayores amenazas para el progreso, el desarrollo igualitario y las libertades, tanto individuales como colectivas… Y como ciudadano y usuario de este medio, utilizaré cuantos recursos estén a mi alcance para condenarlos y expresar mi rechazo a que, una vez más, traten de conseguir sus nefastos objetivos…

viernes, 13 de enero de 2012

CRECIMIENTOS

Las pasadas fiestas navideñas suelen ser un tiempo propicio para los múltiples encuentros familiares… Como mi familia es relativamente pequeña, hemos coincidido, prácticamente todos y en varias ocasiones, a lo largo de estos numerosos días festivos…

En una de estas últimas ocasiones, observé que una de mis sobrinas nietas (de unos poquitos años de edad), en apenas una semana, había crecido de forma más que evidente y hasta sorprendente…
Al comentarlo con sus papás me dijeron que era normal, ya que había pasado por uno de esos procesos infecciosos tan frecuentes en los críos (y más aún en esta época de invierno)…

Recordé aquel axioma popular que pone de manifiesto la relación entre estos procesos infecciosos (ataques a nuestro organismo) y sus consiguientes procesos febriles (defensas de nuestro organismo), con posibles crecimientos acelerados y casi repentinos (sobre todo a edades tempranas de nuestra vida)…
Pero como mis conocimientos en medicina son mucho menos que escasos, me surgió la duda de si es el proceso infeccioso el que da lugar a dicho crecimiento o si es dicho crecimiento (por gasto acelerado de recursos) el que propicia la predisposición a sufrir cualquier ataque a nuestro organismo…
Afortunadamente los papás de mi sobrina son médicos, así que me resolvieron mis dudas, explicándome que el proceso infeccioso genera toda una serie de mecanismos de defensa… y entre dichos mecanismos, un tipo de sustancias que son las causantes de que pueda producirse este crecimiento tan llamativo e inesperado…

Pero una vez resuelta esta duda médica y fisiológica (y como consecuencia de la misma), me surgieron un par de dudas más, para las cuales aún no creo haber encontrado una respuesta clara…
Los individuos y los múltiples grupos sociales (de los que formamos parte), no sólo crecemos (nos estancamos o menguamos) físicamente (en cantidad o número)… también lo hacemos desde otros muchos puntos de vista (emotivos, afectivos, intelectuales, estéticos, éticos, morales)…

Mi primera duda es si, a todo ese conjunto de posibles crecimientos, podría aplicárseles los mismos o similares criterios que se aplican a esos crecimientos físicos, manifiestos y acelerados… Dicho de otra manera ¿crecemos más a partir y como consecuencia de situaciones adversas, dificultades o crisis más o menos traumáticas?...

Es cierto que, en nuestra experiencia individual y colectiva, existen numerosas evidencias de estos crecimientos derivados de las múltiples adversidades encontradas a nuestro paso… Pero también existen innumerables evidencias de todo lo contrario, nefastas consecuencias, retrocesos, pérdidas y víctimas (de todo tipo), ocasionadas por esas mismas adversidades…


Desconozco si existen estadísticas fiables sobre ambas circunstancias opuestas y contradictorias… pero aunque las hubiera (y fueran cuales fueran sus resultados), he de decir que, a mí, personalmente, no me gusta ni me convence esta especie de condena a crecer “en contra de”, “a pesar de” o “en lucha con”… No es porque no crea que sea posible (y a veces, hasta inevitable), sino porque me niego a aceptar como “adecuados y convenientes”, los elevados riesgos y costes que siempre conlleva esta concepción de la vida, en el fondo, tan apocalíptica y de pura (y dura) supervivencia…

Y mi segunda duda es una lógica consecuencia de la primera: ¿por qué parece que confiamos, esperamos y hasta celebramos, tanto, esta forma de crecer “gracias” a las adversidades, y a pesar de ser plenamente conscientes de sus riesgos y sus costes?... ¿No será que confiamos poco en esa otra posible forma de crecer a partir y “gracias” a circunstancias propicias, positivas, motivadoras y alentadoras?...

Porque yo entiendo y comparto que se haga una valoración especial y añadida de quien protagoniza un determinado crecimiento a partir de unas circunstancias adversas e inevitables… pero lo que no comparto ni entiendo es que se pongan en valor, precisamente, esas condiciones adversas, como condición esencial de dicho crecimiento…

Los diferentes sistemas educativos pueden ser un buen ejemplo de ambas formas de entender el crecimiento de los individuos… La mayor parte de mi educación transcurrió en un sistema bastante alejado de los viejos castigos, las amenazas o las insoportables cargas y obligaciones… y aún así pude encontrar numerosas motivaciones (propias y ajenas) para interesarme por el crecimiento (el propio y el ajeno) … no creo que fuera sólo una cuestión de suerte… Ahora escucho, cada día más, que hay que volver a recuperar aquellas viejas técnicas y recursos desechados del “palo y la zanahoria” o “la letra, con sangre entra” … es decir, aprender y crecer a costa y en contra de lo que sea (incluso del propio protagonista de dicho crecimiento)…

Y lo mismo podría decirse de otros muchos aspectos, como la actual situación de crisis económica y mundial… Todo cuanto de positivo y alentador construimos durante décadas para potenciar un mayor, solidario y enriquecedor crecimiento, ahora se nos quiere vender como una amenaza y un peligro… para retornar a las más duras y adversas condiciones posibles, como única y celebrada forma de un determinado crecimiento "milagroso" (el de unos pocos, a costa de otros muchos)…


A mi edad, no espero ya crecer en muchas cosas… si acaso, y por aquello de las inevitables leyes de la naturaleza, más bien espero lo contrario, es decir, ir menguando… Por ello, me interesa poco esta apuesta por retornar a las nuevas/viejas formas de crecer a base de restricciones y palos… (ni mi cuerpo ni mi espíritu están ya para semejantes trotes)…

No aposté por esa forma de crecimiento (propio o ajeno) ni cuando era mucho más joven… mucho menos voy a hacerlo ahora, cuando poco puede afectarme…
Seguiré apostando, como siempre hice, por el crecimiento que puede surgir de la confianza, la estabilidad, el bienestar, la comprensión, el diálogo o la reciprocidad…
Y como hice siempre, seguiré lamentando y denunciando el elevado coste y las numerosas víctimas de esta ancestral tendencia sadomasoquista y antropófaga que, con frecuencia, parece caracterizarnos como especie…