Las enciclopedias definen el puritanismo como conjunto de pensamientos, actitudes y comportamientos reaccionarios, extremos, estrictos y rigurosos respecto a cualquier aspecto o variable susceptible de ser contemplada y abordada desde la diversidad, y por tanto susceptible a su modificación y transformación…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte fundamental de la intransigencia, el rechazo y la negación de los matices y las diferencias enriquecedoras…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte fundamental de la intransigencia, el rechazo y la negación de los matices y las diferencias enriquecedoras…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte básico de cualquier visión única, totalitaria e impositiva de la realidad, la sociedad y los individuos…
El puritanismo se configura, por tanto, como un soporte esencial de control, restricción y represión de las libertades (las de todos y las de cada uno)… y de cualquier avance que pueda poner en cuestión la realidad establecida y heredada (y el consiguiente estado de privilegios y poderes existentes)…
Este puritanismo siempre ha estado (y sigue estando) presente en nuestras sociedades, a través de múltiples y variados recursos... La moral colectiva o las diferentes formas de organizar y normalizar las creencias individuales (religiones), son un buen ejemplo de ello…
Dentro de estas últimas, por su extensión en el tiempo y el espacio, sin duda habría que destacar el puritanismo de origen católico, que durante siglos ha sido (y sigue siendo) un ejemplar representante del más radical de los puritanismos existentes…
Y dentro de este puritanismo católico (como parte o como consecuencia del mismo), habría que destacar el puritanismo de origen protestante, surgido en Inglaterra, en el siglo XVI, que, además de aportar el origen del término “puritanismo”, iba a consolidarse y extenderse (a través del imperio colonial anglosajón), llegando a formar parte esencial de la creación y desarrollo de una de las grandes potencias mundiales y actuales: los EEUU de Norteamérica…
Durante la última década, internet se ha ido consolidando como una nueva, firme y enriquecedora alternativa en múltiples aspectos esenciales y básicos para cualquier grupo social y para los individuos que los integramos… Aspectos como la comunicación, la información, el intercambio, la cultura, el conocimiento, la opinión o las innumerables iniciativas individuales y colectivas…
La característica que mejor podría definir y englobar esta alternativa, quizás sería la democratización posibilitada por este medio, en todos y cada uno de esos aspectos básicos… Esta democratización supone, evidentemente, un serio conflicto y una amenaza para todos aquellos poderes e intereses actualmente consolidados y establecidos… y por supuesto, y con mayor motivo, para todas las corrientes puritanas que actúan como soporte y defensas de los mismos…
No es extraño, por tanto, que, desde un principio, gobiernos e intereses (de todo tipo) hayan pretendido establecer e imponer su control sobre este medio (y sobre sus usuarios)… Hasta ahora, los gobiernos más o menos totalitarios lo han tenido relativamente fácil, bloqueando o limitando, en sus territorios, el acceso a dicho medio… Hasta ahora, los gobiernos más o menos democráticos lo han tenido mucho más complicado, porque si bien lo han intentado, se han encontrado con importantes dificultades, técnicas y jurídicas, para llevar a la práctica sus propósitos…
Es en este conflictivo escenario de enfrentamiento de intereses donde habría que situar la relevante y más que preocupante irrupción del todopoderoso puritanismo norteamericano… sabedor de poder contar con medios técnicos a su alcance, con una amplia experiencia en poner la legislación al servicio de sus intereses (o a ignorarla si fuera necesario), y acostumbrado a imponer, liderar y rentabilizar todo tipo de cruzadas (incluso más allá de sus fronteras), este puritanismo norteamericano parece claramente decidido a imponer su control y sus restricciones en esta prometedora y globalizada alternativa que supone internet…
En efecto, con la utilización justificadora de la protección de los derechos de autor, EEUU estudia la aprobación de una nueva ley, la S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act), que abre las puertas (al gobierno y a los agentes privados) para intervenir y controlar los contenidos y las actividades en internet, dentro de su territorio… Tal y como funciona, actualmente, internet, dicha intervención afectará no sólo a los usuarios de su territorio, sino a todos los usuarios, estemos donde estemos…
La aprobación de dicha ley también supondrá la legitimación internacional para que otros países se sumen a dicha cruzada, ampliando sus propios intentos de control y restricción de este medio… y quienes no lo hagan por gusto, con toda seguridad se verán presionados a hacerlo por imposición (como ha sucedido en tantas ocasiones)…
Dicha ley supondrá, de hecho, que todos los usuarios pasemos a ser considerados sospechosos de cometer actos delictivos… y una inmensa mayoría, directamente cómplices y delincuentes, y por tanto susceptibles de cualquier investigación, persecución y penalización…
Incluso antes de su aprobación (seguramente para publicitarla y legitimarla), el gobierno norteamericano, a través del FBI, ya ha dado un claro y serio aviso de sus evidentes intenciones, interviniendo y cerrando uno de los principales sitios de intercambio de la red, Megaupload, afectando, amenazando y criminalizando a los millones de usuarios, de todo el mundo, que utilizaban dicho servicio…
Personalmente, lamento que los autores (en general), para defender sus derechos, se estén prestando (a través de sus múltiples sociedades y compañías comerciales) a ser utilizados como excusa para lanzar y legitimar esta cruzada contra las libertades de todos, en este medio de internet… Y mientras persistan en esta complicidad, utilizaré mis derechos, como ciudadano y consumidor, para no apoyar sus reivindicaciones, y procurar no adquirir sus productos protegidos por estas leyes represoras y reaccionarias…
Personalmente, siempre he estado en contra de estos puritanismos totalitarios, a los que considero una de las mayores amenazas para el progreso, el desarrollo igualitario y las libertades, tanto individuales como colectivas… Y como ciudadano y usuario de este medio, utilizaré cuantos recursos estén a mi alcance para condenarlos y expresar mi rechazo a que, una vez más, traten de conseguir sus nefastos objetivos…