viernes, 28 de octubre de 2011

SUPERBES y la PATRIA. (Capítulo 20)

2ª Parte
Todos los mecanismos de socialización generan ventajas e inconvenientes, soluciones y problemas al individuo que participa de ellos y que, a través de ellos, se integra en grupos y colectivos de otros individuos…

Uno de las ventajas y/o inconvenientes fundamentales, es la gestión de dichos colectivos, sus prioridades, sus objetivos, sus valores, su funcionamiento… Según sea el papel o protagonismo que dicho individuo juega (o puede jugar) en dicha gestión, el tipo de socialización resultante puede ser muy diferente…

Según el experto estadista Tekoloko Lashapita, “la patria es uno de esos mecanismos de socialización en los que el individuo integrante parece tener un papel poco relevante en su gestión… Su participación podría definirse más como una adhesión, a veces voluntaria y con frecuencia exigida… Esta peculiaridad, por un lado resulta mucho más “cómoda” para dicho individuo, pero por otro, puede conllevar importantes riesgos”


La lógica y natural aspiración del individuo, a una identidad propia, conlleva siempre un énfasis en la diferencia del otro y con el otro…El enfoque y la utilización de dichas diferencias son múltiples y diversas… desde el intercambio y el enriquecimiento mutuo que aportan (o puede aportar) dichas diferencias, hasta la competencia, la rivalidad, el recelo o el rechazo de cuanto se supone o se establece como diferente…

Según Tekeloko, “La gestión delegada (por parte del individuo), o impuesta (por parte de unos pocos), que suele caracterizar el fenómeno patriótico, facilita enormemente la utilización de estas aspiraciones identitarias del individuo… Por tanto, no resulta extraño que, a lo largo de la historia, este fenómeno patriótico haya sido utilizado como uno de los más firmes baluartes de todo tipo de aislamientos, fronteras, exclusiones y marginaciones”…


“Es más, continua Tekoloko, pasar del rechazo y la rivalidad, al enfrentamiento y/o agresión (mutua o unilateral), más que posible, en el fenómeno patriótico, casi podría decirse que resultase una consecuencia lógica y esperable (por no decir inevitable)… Tanto es así que, afortunadamente, la propia realidad patriótica, a veces, se siente en la ¿responsabilidad? de arbitrar recursos que suavicen y alivien la más que evidente tensión que ella misma genera”…


Las múltiples contradicciones que existen en el fenómeno patriótico, quizás puedan observarse, también, en cualquier otro mecanismo de socialización… Quizás el problema no esté tanto en la existencia de dichos mecanismos que, evidentemente, son necesarios e imprescindibles para el individuo, sino en el tipo de mecanismos colectivos que somos capaces de crear, mantener y alimentar… El protagonismo que tiene el individuo en la gestión de dichos mecanismos podría ser un elemento básico para valorar la validez de los mismos… La simple adhesión (heredada o impuesta), no parece que sea, siempre, suficiente... a veces, quizás no sea ni tan siquiera deseable…

En su epílogo, el tratadista Tekoloko, finaliza diciendo: “A fin de cuentas, la patria, como cualquier otro atributo del individuo, al igual que “nace” y “se hace” con dicho individuo, también “muere y desaparece” con él”…


(Continuará)

Importante: se advierte que las escenas y hechos relatados han sido protagonizados por todo un superhéroe… No intenten reproducirlos en casa, por su cuenta, solos ni acompañados… ¡podrían ser altamente riesgosas para su salud física o mental!... (por el mismo motivo, dichas imágenes no deben utilizarse ni reproducirse, sin el conocimiento ni la autorización de su protagonista).


jueves, 20 de octubre de 2011

SUPERBES y la PATRIA. (Capítulo 19)

1ª Parte
Según los tratados de patriotología, el término patria se utiliza para designar la tierra natal (o adoptiva), a la que el individuo se siente ligado por vínculos de muy diversa consideración, afectivos, familiares, culturales, históricos, administrativos…

La patria es uno de esos peculiares atributos con los que individuo “nace”… y con el que luego, dicho individuo “se hace” (o quizás sería más exacto decir que “lo hacen”)…

El experto y estadista Tekoloko Lashapita, en su tratado “Los misterios de un patriota”, establece que "La patria, de entrada, no se elige, sino que se impone, de forma tan casual (o causal) como la que supone nacer en un determinado lugar… o de forma tan azarosa (o inevitable) como la que representa el lugar de origen y procedencia de los progenitores de cada individuo"…


El individuo tiende, por naturaleza u obligación, a la sociabilidad… ya sea por razones de supervivencia o en busca de aquellas seguridades que, difícilmente, podría conseguir de forma aislada o individual…
La patria se configura como uno de esos grandes mecanismos de socialización, ofreciendo al individuo amplias posibilidades de identificarse con determinados valores colectivos, vincularse a ellos y refugiarse en las seguridades e identidades que éstos le proporcionan…

“Por supuesto, aclara el estadista Tekoloko, dicha prestación no es gratuita (ni tan siquiera opcional)… El individuo está obligado a contribuir con su aportación individual (y de diversa índole), al mantenimiento y engrandecimiento de los supuestos y establecidos valores patrios… Y en caso de que así no fuera, dicho individuo corre un evidente riesgo de ser considerado un antipatriota… y hasta de ser convertido en un marginado de dicha entidad colectiva”…


El concepto y los significados de patria (como suele suceder con todo), ha experimentado cambios, a lo largo del tiempo y según los diferentes lugares y culturas… Algunos de ellos, (como nación, país, pueblo, tierra), procurando suavizar y modernizar los rígidos valores y exigencias que caracterizan dicha entidad… Otros, por el contrario, parecen insistir en dichos valores, acentuarlos, perpetuarlos y rentabilizarlos desde diferentes puntos de vista, ya sean políticos, ideológicos, religiosos… y cómo no, y sobre todo, económicos…

“El amplio y progresivo fenómeno de la globalización actual, es un buen ejemplo de esta contradictoria situación, señala el estadista Tekoloko… Por un lado, pareciera que dicha globalización fuera una invitación (o amenaza) disuasoria capaz de difuminar (e incluso eliminar), muchos de los mecanismos y recursos de la patria y del patriota (lengua, cultura, costumbres, fronteras, residencias, identidades)… Mientras que, por otro lado, la existencia de dicha amenaza (o invitación) globalizadora pareciera provocar y exacerbar la vigencia y la reivindicación de los mismos”…


Los efectos de la globalización no són el único ejemplo de las contradicciones que caracterizan la realidad patriótica… En el fondo, esta realidad es contradictoria por naturaleza… Sus dos principales componentes, el individuo y la patria, parecen ser, al mismo tiempo, complementarios, contrarios y hasta excluyentes… “Ambos parecen necesitarse y ambos parecen demandar la desaparición del otro. A más patria, menos individuo, y a más individuo, menos patria”, subraya el estadista Tekoloko Lashapita…


(Continuará)


Importante: se advierte que las escenas y hechos relatados han sido protagonizados por todo un superhéroe… No intenten reproducirlos en casa, por su cuenta, solos ni acompañados… ¡podrían ser altamente riesgosas para su salud física o mental!... (por el mismo motivo, dichas imágenes no deben utilizarse ni reproducirse, sin el conocimiento ni la autorización de su protagonista).

viernes, 14 de octubre de 2011

PENSAR y DECIR

Lo reconozco, siempre he sido un poco adicto a pensar lo que digo
(es otro de mis muchos y perjudiciales vicios)…

Al contrario de lo que suele afirmarse, no creo que se deba a ningún tipo de autocensura…
De hecho, nunca me siento más libre que cuando digo algo que he pensado,
quizás sea porque siento que corro menos riesgos de repetir propagandas o estereotipos de otros…

Tampoco creo que sea por el lógico temor a equivocarme o poder hacer el ridículo…
De hecho, nunca me he equivocado más que cuando pensaba lo que decía,
quizás resulte más cómodo y seguro no pensar en exceso…y sí, utilizar caminos ya establecidos…

Tampoco creo que sea por ninguna elevada pretensión intelectual…
De hecho, siempre he creído que el pensamiento no sólo se alimenta en los libros y las escuelas,
quizás sea porque el pensamiento se puede alimentar de infinitas maneras…

Tampoco creo que sea por alguna predilección o atracción por lo inútil…
De hecho, nunca he hecho nada más útil que intentar pensar, aunque fuera en algo inútil,
quizás sea porque el pensamiento, además de alimentarse, alimenta cada acto y cada instante…

Creo que es porque cuando pienso lo que digo (y lo que no digo),
lo hago mío (aunque en principio también pueda ser de otro)…
Creo que al hacerlo mío, puedo enriquecer mi propio pensamiento…
y, a veces, hasta puedo atreverme a soñar en compartirlo con los demás.


Lo reconozco, fui un poco adicto a decir cuanto pensaba
(Fue otro de mis perjudiciales vicios, pero hace tiempo que conseguí dejarlo)…

Al contrario de lo que pudiera parecer, no creo que lo dejara por ningún tipo de autocensura...
De hecho, sigo diciendo lo que pienso, cuando pienso que es necesario decirlo,
o cuando me sale del alma decirlo, aunque no sea necesario…

Tampoco creo que lo dejara por el lógico temor a equivocarme o poder hacer el ridículo...
De hecho, sigo equivocándome, igualmente, ahora que no digo todo aquello pienso,
quizás sea porque sigo pensando cuanto digo…

Tampoco creo que lo dejara por ninguna elevada consideración intelectual…
De hecho, decir cuanto se piensa me parece, hoy, una pretensión bastante inútil,
e incluso peligrosa, desde cualquier punto de vista…

Tampoco creo que lo dejara por cansancio, aburrimiento o instinto de supervivencia alguno…
De hecho, mis perspectivas de supervivencia, creo que siempre han sido las mismas,
no dependían de lo que decía… quizás sí de lo que pensaba…

Creo que decir cuanto se piensa, no siempre es importante, ni necesario,
y en muchos casos, ni tan siquiera útil, ni conveniente…
Lo que sí creo que es importante y fundamental, es buscar (o encontrar)
un sentido a aquello que se dice…
Y no importa si dicho sentido lo buscamos en nosotros mismos o lo hallamos en los demás…



viernes, 7 de octubre de 2011

SUPERBES y los PROFETAS. (Capítulo 18)

Sería interesante subrayar que, en el fondo, el arte de profetizar depende, sobre todo, del sujeto emisor de la profecía y del sujeto receptor de la misma, y muy poco tiene que ver el contenido de de dicha profecía…

Dicho de manera más resumida: el profeta es totalmente independiente del valor (acierto o error incluido) de sus profecías… Si acaso, éstas últimas, sólo sirven para cualificarlo o matizarlo…
  
“Como podremos constatar a continuación, explica el profetólogo Teguipo Toíto, el segundo tipo de profetas, los llamados profetas patinadores, son un buen ejemplo de ello… Este grupo de profetas, se caracterizan por no acertar (casi) nunca en sus predicciones, lo cual no supone merma ni perjuicio alguno en su consideración como tales”.
  
SUBTIPO P1: también conocidos como profetas “adivinatorios” o “paraanormales”… Este subtipo se caracteriza por su extraordinaria capacidad para adivinar y ver cualquier cosa que estimen oportuno y necesario adivinar…

  
“Que luego sus adivinanzas tengan algo que ver o no, con la realidad (futura o incluso presente), resulta totalmente irrelevante (vamos que les importa un comino)… Porque, en todo caso, eso ya no es asunto suyo”, añade Teguipo.
  
Con estas premisas, es lógico que el profeta adivinatorio se atreva con cualquier asunto (su desparpajo no conoce límites)… Y aún resulta más lógico que su porcentaje de aciertos apenas alcance el 0,5 %... En este nutrido subtipo se pueden encontrar videntes, quirománticos, cartománticos, brujos, curanderos, compañeros de juergas nocturnas (ya mamaos)… e incluso algún que otro científico, físico o metafísico…
  
SUBTIPO P2: también conocidos como profetas “redentoristas” o “electoralistas”… Este subtipo se caracteriza por gran habilidad para sintonizar con las expectativas de los sujetos receptores… Sus profecías se limitan al ilimitado campo de aquello que los demás desean que sea profetizado…

  
“Este subtipo evidencia, más que ningún otro, la dependencia del profeta respecto al sujeto receptor de la profecía, a su variabilidad y carácter efímero y temporal”, remarca el profetólogo Teguipo.
  
Con estas consideraciones resulta comprensible que, en este subtipo, el porcentaje de aciertos ronde el 0,25 %... A pesar de ello, su reconocimiento y éxito está plenamente asegurado (hasta que el sujeto receptor lo estime oportuno y conveniente, claro)… En este avispado subgrupo podrían encuadrarse líderes y organizaciones políticas, dirigentes y confesiones religiosas, comunicadores y medios de comunicación, empresas comerciales, campañas publicitarias… o incluso expertos incansables en el arte de la conquista y el galanteo…
  
SUBTIPO P3: también conocidos como profetas “soñadores”… Este subtipo se caracteriza, curiosamente, por su carácter atípico… En realidad, el profeta soñador no cree demasiado en ningún tipo de profeta (ni tan siquiera en sí mismo), ni tampoco cree demasiado en ningún tipo de profecías (ni tan siquiera en las suyas propias), por ello, si acaso, se limita a soñarlas (y a soñar en ellas y con ellas)…


“Aunque existen múltiples formas de soñar, todas ellas pueden resumirse en dos, soñar despierto y soñar dormido… ambas son inofensivas y hasta recomendables… Eso sí, siempre y cuando no se pierda de vista el carácter onírico de ambos estados”, culmina el profetólogo Teguipo Toíto.
  
Por todo ello, resulta previsible que, en este subtipo, el porcentaje de aciertos se acerque, vertiginosamente, al 0 %... Estadística que no suele provocar el desánimo entre estos profetas “soñadores”… Quizás porque, la mayoría de ellos (probablemente por experiencia), ya cuenta, de antemano, con dichos resultados…
  
Nota: aunque no se tienen pruebas físicas de ello, existe un serio convencimiento de que muchos ejemplares de la especie “BES” podrían encuadrarse en este último subtipo de profetas “soñadores” (sobre todo en su modalidad “durmiente”)…
  
(Continuará)

Importante: se advierte que las escenas y hechos relatados han sido protagonizados por todo un superhéroe… No intenten reproducirlos en casa, por su cuenta, solos ni acompañados… ¡podrían ser altamente riesgosas para su salud física o mental!... (por el mismo motivo, dichas imágenes no deben utilizarse ni reproducirse, sin el conocimiento ni la autorización de su protagonista).